CAPTURANDO LA DULZURA INICIAL
La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento lleno de emociones y alegría. La fotografía de recién nacidos nos permite conservar esos primeros instantes de vida que, aunque efímeros, están repletos de ternura y amor. Como fotógrafo profesional, mi objetivo es capturar la esencia pura y la inocencia de estos pequeños seres en cada imagen.
Preparativos previos a la sesión
Antes de la sesión, es crucial establecer una comunicación clara con los padres. Les proporciono una guía detallada sobre cómo preparar al bebé y qué pueden esperar del proceso. Esto incluye alimentar al pequeño antes de la sesión para asegurar su comodidad y conseguir que se duerma más fácilmente.
El mejor momento para realizar la sesión fotográfica es durante las primeras dos semanas de vida del bebé. En esta etapa, los recién nacidos duermen profundamente y son más maleables para posar de manera segura y adorable. Nuestra experiencia también recomienda realizar la sesión de estudio por la mañana.
Configuración del estudio
Mi estudio está diseñado para garantizar la comodidad y seguridad del bebé. Mantengo una temperatura cálida, alrededor de los 28°C, para que el recién nacido se sienta como en el vientre materno. La seguridad es mi prioridad, por lo que todas las poses y el manejo del bebé se realizan con el máximo cuidado y bajo la supervisión constante de los padres.
Durante la sesión
Durante la sesión, aprovecho los momentos en que el bebé está dormido para capturar imágenes serenas y dulces. Envuelvo al pequeño en mantas suaves, lo que además de brindarle seguridad, facilita la creación de composiciones estéticas y tranquilas.
La luz de modelado juega un papel fundamental en mis fotografías. La luz es más suave y favorecedora, realzando la delicadeza de la piel del bebé y creando sombras suaves que aportan profundidad a las imágenes.
Accesorios y Atrezo
La selección de accesorios y atrezzo es esencial para añadir un toque de creatividad a las fotos. Utilizo elementos como cajas, columpios, minicunas, gorritos y cestas, siempre asegurándome de que sean seguros y estén libres de elementos pequeños o afilados que puedan representar un riesgo.
Sin embargo, mi enfoque es la simplicidad. Los accesorios nunca deben sobrecargar la imagen ni restar protagonismo al sujeto principal: el bebé.
Conclusión
La fotografía de recién nacidos es más que una simple sesión de fotos; es una forma de arte que requiere sensibilidad, paciencia y un profundo respeto por la vida que acaba de comenzar. Cada imagen que tomo es un testimonio del amor y la conexión familiar, un recuerdo atemporal que las familias atesorarán por siempre.
